jueves, 10 de octubre de 2013

¿Qué es la contemplación?




La palabra “contemplación” se ha utilizado con distintas connotaciones a lo largo de la historia. Hay una referencia al término latín contemplatum, que literalmente quiere decir “con templo”, que era un lugar de observación en los templos, una terraza, desde la cual se observaban la bóveda celeste y las estrellas en busca de augurios.

También está el término, igualmente latín contemplatio, que es la consecución de contemplari, la acción de observar atentamente. 

El término griego theoria, es homólogo del latin contemplatio, refiriendose al conocimiento y clarificación de la verdad. Tiene relación con la escenificación de realidades humanas en relación con los dioses en el teatro griego. 

Principalmente podemos entender la contemplación como una cualidad natural de la consciencia en que ésta se torna totalmente receptiva y clara. Es un proceso cognoscitivo que provee de un conocimiento directo e intuitivo de la realidad.

El teólogo cristiano Josef Pieper comenta que el primer elemento del concepto de contemplación es la “percepción silenciosa de la realidad”.

Plantea que ésta es una forma de conocimiento a la cual se llega, no por el pensamiento o el intelecto, sino a través de ver. “La intuición –dice al respecto- es, sin lugar a dudas, la forma perfecta del conocimiento. Por la intuición se conoce lo que está, de hecho, presente; el paralelismo de ver, en relación con los sentidos es exacta”.


Es un conocimiento espontáneo que se da a partir de “estar”, en relación con el entorno. El ver implica atención, y es a través de los ojos que dirigimos nuestra atención al mundo y recibimos información de manera inmediata. 

De este modo, la contemplación puede entenderse desde tres aspectos:
  1. Se trata de mirar, pero de hacerlo con atención, con interés, que involucra una dimensión integral de la persona,
  2. dicho interés procede de la relación intrínseca con la realidad contemplada,
  3. este mirar comporta una presencia o inmediatez de dicha realidad.
En éste mirar se encuentra la relación con lo que se mira, no se observa como un objeto separado que tenga que estudiarse, sino la relación que existe con esa realidad y el estado de presencia simple y llano.

La contemplación puede tener diversas aplicaciónes, aunque es el mismo proceso cognoscitivo. También puede accederse a diferentes niveles de contemplación que dependen del grado de atención y concentración.
En este sentido, la contemplación es una base en la meditación, a través de la cual se asienta
la atención en un estado presencial, de interés y receptividad.
Comúnmente, cuando se habla de contemplar, se hace alusión a una forma de atención muy especial como, por ejemplo, cuando se mira un paisaje de manera absorta, se dice que se está contemplando el paisaje; así como puede ser una madre contemplando a su bebé o alguien absorto en la admiración de una obra de arte.

Existe una connotación mística, cuando se habla de la vida contemplativa entregada a la meditación y a la oración en los monasterios y las ermitas. Frecuentemente ésta es la interpretación que nos viene a la mente cuando se habla de contemplación, como si se tratara de algo propio de los místicos y religiosos, lo cual es una interpretación algo limitada, pues es algo común a la naturaleza cognitiva del ser humano; sería como decir que la aritmética es un asunto sólo de los físicos y matemáticos, cuando es algo común en las actividades de todo mundo. 

Se puede clasificar la contemplación de la siguiente manera:

    1. Contemplación estética o artística, donde se contempla una realidad por su valor estético o artístico, por ejemplo, una espléndida puesta de sol o una magnífica obra de arte.
    2. Contemplación filosófica o intelectual, donde lo que se contempla es la verdad. Es famoso el concepto de contemplación intelectual según Santo Tomás de Aquino:La contemplación pertenece a la simple intuición de la verdad (simplex intuitus veritatis)”.
    3. Contemplación mística o espiritual, donde se contemplan los niveles profundos de la consciencia. Lo que se considera como experiencias místicas o religiosas.



Referencias bibliográficas:
Josef Pieper,  Happiness and Contemplation. Chicago: Henry Regnery, 1966. 
Ken Wilber, La Conciencia sin Fronteras. Kairós, 1979. 
Allan Wallace, Contemplative Science. Columbia University Press, 2007.
Edward O. Wilson, Consilience: The Unity of Knowledge. New York: Knopf, 1998.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Quisiera más información solo para hacerlo más interesante

    ResponderEliminar
  3. Pero en lo q cabe es buena información 👍

    ResponderEliminar